miércoles, 3 de agosto de 2016

UAEM, transparente; PRD, opaco

Jaime Luis Brito

Las últimas semanas, con dolo y sabiendo que violarían la autonomía universitaria, la diputada Hortencia Figueroa Peralta y funcionarios del PRD han intentado que el Congreso del Estado apruebe una iniciativa de reforma que no sólo supeditaría el control administrativo de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) a los designios del Legislativo local, sino que además, le otorgaría a éste la facultad para remover y nombrar al rector, a los miembros de la Junta de Gobierno y a los propios integrantes del Consejo Universitario, máximo órgano de gobierno de la casa de estudios.
El argumento que han utilizado es el mismo del año pasado, cuando la anterior legislatura intentó algo similar: la transparencia, la rendición de cuentas, el cumplimiento de la ley. Sin embargo, el sustento de la intención de reformar la Constitución es inexistente. La UAEM tiene garantizada la autonomía desde la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y no es admisible que un poder distinto al Consejo Universitario determine el nombramiento de auditor o contralor interno. Imagine el lector que Enrique Peña Nieto enviara al Congreso de la Unión una iniciativa para nombrar a un contralor interno en la UNAM, ¿estaría de acuerdo?
Pero además, en ningún estado de la república la universidad autónoma está supeditada a un poder externo, salvo la de Durango, que como hemos leído pasa por una situación anticonstitucional desde hace meses, por una decisión autoritaria e ilegal del propio Congreso de Durango. Pero Durango no es Morelos y la comunidad universitaria de allá no es la de la UAEM. En todo caso, hay que aclarar que la máxima casa de estudios de Morelos sí tiene un contralor interno y es nombrado, como lo establece la ley orgánica, por la Junta de Gobierno. Pero además, la UAEM no es una isla, cada año enfrenta auditorías de la federación, del estado y además una auditoría realizada por un despacho externo. Es, sin exagerar, como han dicho sus propios directivos, la institución más auditada de Morelos.
Las acusaciones de que la UAEM “no quiere cumplir la ley de Transparencia”, como lo señaló Cristina Balderas, secretaria del PRD en Morelos, hace una semana, son malintencionadas y pretenden confundir a la población. Las acusaciones de Hortencia Figueroa y las propias de Graco Ramírez, autor intelectual y último de estos ataques contra la UAEM, tienen el objetivo de confundir a la población y hacerla creer que los recursos destinados a la Universidad son malutilizados.
Esto es mentira. La UAEM no sólo es revisada una y otra vez durante el año, también, es el organismo con el mayor índice de transparencia en la entidad. No lo digo yo. Lo dicen las constantes evaluaciones que realiza el órgano garante de la transparencia, el Instituto Morelense de Información Pública y Estadística (IMIPE). La última corresponde al primer bimestre de 2016, y en ella se establece que la UAEM tiene un índice de 99 por ciento, lo que demuestra que efectivamente, la casa de estudios es de las instituciones más transparentes de la entidad.
Por cierto, mientras eso tiene la UAEM, el PRD no superó el mínimo necesario. Apenas obtuvo el 68 por ciento, lo que le valió que fuera sancionado por el IMIPE. ¿Con qué calidad moral la burocracia dorada del PRD, sus diputados o gobernantes pueden pedir a otros que sean transparentes cuando en su partido político los recursos públicos se maneja de manera desaseada y esconden la información? ¿Dónde está la transparencia que andan predicando y exigiendo a otros cuando en su casa tienen el cochinero y hasta los sancionan?

Twitter: @Patrio74

martes, 2 de agosto de 2016

Un parapeto a Comunicación Social

Jaime Luis Brito

Miguel Ángel Sandoval Cervantes, el nuevo titular de
Comunicación Social de Graco Ramírez en Morelos
/Foto: Internet
Aunque el único que puede confirmar la noticia será Graco cuando lo nombre, sabemos que Miguel Ángel Sandoval Cervantes es el nuevo titular de Comunicación Social del gobierno del estado. Es el tercero después de cuatro años. Los primeros tres el cargo tuvo nivel de secretaría y fue ocupado por el subdirector del Diario de Morelos, autor intelectual del pasquín denominado “Extra” (que tanto ha violado los derechos de las víctimas en los últimos años). Parte de la fortuna del personaje fue hecha a la sobra de Graco, a la vieja usanza, con el arca abierta y las manos libres.
El último año, o quizás menos, el cargo bajó de nivel, dado que no existía ninguna justificación (como desde el principio) para valer como una secretaría. Fue ocupado por Arturo Martínez, hijo de un viejo líder del movimiento estudiantil del 68, cuyas únicas acciones que recuerdo son la serie de cartas aclaratorias que envió a los medios para tratar de responder a informaciones incómodas para el gobernador. Cartas que por cierto, significaron una nueva exhibición de las carencias y miserias de Graco Ramírez.
Sin embargo, la exhibición de esas miserias en los medios, rompiendo la unanimidad del silencio, hicieron que el nulo trabajo de este “recomendado”, simple y sencillamente allanaran el camino para su salida. Lo cierto es que con Graco y la familia virreinal, no es posible garantizar efectividad en la comunicación social. No es sólo un asunto de dinero, como algunos consideran, es un tema de co-mu-ni-ca-ción. Sin embargo, no quieren comunicar. Realmente no importa. Los primeros años eran para pagar un compromiso con el Diario de Morelos, lo que vino después fue el pago a una recomendación. Ahora, lo que sea.
El funcionario que llega a ocupar esa posición es un técnico, que no tiene idea de lo que implica la posición política de un cargo como ese. Pero realmente no le importa al gobierno. Me parece que consideran que no pueden estar peor. Estuvo en la campaña de Graco Ramírez y desde ahí llegó como titular de prensa del Congreso del Estado, ocupando la posición desde septiembre pasado. Miguel Ángel Sandoval Cervantes es un mensaje de apostarle a colocar un nombre, dado que la función la seguirá coordinando un descompuesto Graco que para “comunicar” le apuesta a la creación de una fantasía y a que las mentiras se posicionen bien.
Aún cuando el Congreso local se ha “posicionado” en las primeras planas de los periódicos locales, no ha sido por la habilidad negociadora de Sandoval Contreras, más bien responde a la necesidad de los medios de hacerse con recursos frescos y las negociaciones han sido realizadas directamente por los diputados locales, particularmente Hortencia Figueroa, Francisco Moreno y Jaime Álvarez. El funcionario en cuestión, por lo único que se ha destacado, es por censurar y hostigar a compañeros de los medios de comunicación, como el caso del colega Carlos Quintero, agudo reportero que debió recurrir a medidas de resistencia civil para lograr ingresar a la comparecencia última del fiscal en el Congreso. Ello provocó que Miguel Ángel llorara con el director del Sol de Cuernavaca y que esto provocara el confinamiento de Quintero a la redacción.
Ese es el nuevo funcionario de Comunicación Social de Graco. Un funcionario que pueda censurar, o lo intente, sin importar mucho su efectividad. Será un parapeto. Total, el virrey considera que puede manejar la terrible situación que vive el estado. Considera que puede seguir administrando la crisis.
Lástima que al bufón ni le avisaron del cambio, en una de esas volvía a levantar la mano para ocupar el cargo, como lo ha hecho desde el principio de la administración. A lo mejor ahora sí se lo concedían.

Twitter: @Patrio74

lunes, 1 de agosto de 2016

Graco, ¿impostor o demente?

Jaime Luis Brito

Graco, ¿impostor o demente? /Foto: Internet
Graco Ramírez es un traidor. Eso es lugar común. Sus detractores lo saben, lo han padecido. En 1968 trabajó para el gobierno federal, no para el movimiento estudiantil, al que traicionó. Su trabajo fue de contrainsurgencia. No hay que olvidar que su padre fue un mecánico militar, tiene un hermano que es general del ejército mexicano, quien en algún momento hasta fue prospecto para ser Secretario de la Defensa Nacional.
Lo mismo ocurrió en 1997. Yo tenía 22 años y participé activamente en la organización de la consulta para echar a Jorge Carrillo Olea como parte de la organización Alianza Cívica. Graco era la cabeza visible del movimiento ciudadano que combatió al general, pero en realidad su negociación era con el gobierno federal. Cuando Carrillo Olea dejó el cargo, Graco ofreció una rueda de prensa y dio por concluido el movimiento. Por decreto. Las organizaciones civiles que entonces conformamos el movimiento, continuamos trabajando. Aunque fue imposible mantener la cohesión. Graco había negociado posiciones para su grupo político. Y ya.
Aunque sabemos que Graco es un traidor, ahora también se confirma que el tabasqueño es un impostor. Sus promesas de campaña son parte de un fraude político. No sólo no cumplió con sus promesas, más bien su administración ha cumplido con sus objetivos: aumentar su fortuna hasta niveles de insulto, montar un aparato que le permita buscar una ilusoria campaña a la Presidencia, beneficiar a su grupo político y fortalecerlo económica y políticamente, y crear un espejismo de que Morelos es “otro” al que existía en 2012.
Pero todo es impostura. Porque la entidad está peor que en 2012, los niveles de inseguridad mantienen a Morelos en los primeros lugares en homicidio, secuestro, robo con violencia, extorsión, entre otros. En economía, Morelos es de los tres estados que en lugar de crecer, decreció. Su economía se redujo en más de un punto porcentual. En pobreza, no hay que olvidar que en los primeros años de su gobierno, Morelos se convirtió en la entidad en la que más creció la pobreza de todo el país. Y sólo es el principio.
Sí ha aumentado su riqueza, es evidente. Los empresarios dicen en público y en privado de los moches que solicitan los familiares directos de Graco o sus amigos. Su fortuna está basada en la corrupción, en el desvío y la malversación de miles de millones de pesos. Tarde o temprano eso será castigado. Graco apuesta a la desmemoria y a que la red de complicidades le garantice la impunidad. Pero la verdad es que Graco será el próximo Granier. Ambos, por cierto, tabasqueños.
Lo de beneficiar a su grupo político es una falacia. La próxima elección será la prueba. Cualquier candidato ligado a Graco perderá de forma contundente. Al tiempo. Los esbirros que hoy defienden al amo hasta la ignominia, terminarán aborrecidos, también apostando a la desmemoria. Su candidatura es una ilusión y el espejismo de Morelos, es eso, un espejismo que con el paso de los días se desvanece. Aparecer en medios nacionales y negar con necedad que en Morelos “todo está bien”, es parte de su impostura o, quizás, más bien, un signo de demencia del impostor.

Twitter: @Patrio74